Mario Fanon Wiki
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Aclaraciones[]

En esta historia yo utilizo una teoría que pensé hace tiempo, y es que hay dos Kameks, el actual que sirve a Bowser y su padre, que sirvió a Bowser cuando este era bebé y adolescente. El padre es el que está casado con Kammy Koopa, pero en juegos como La isla de Yoshi sólo aparece Kamek. Para que no haya lío, el padre tomará el nombre de Kamek o Kamek padre y el hijo (el que sirve a Bowser en el Reino Champiñón actual), recibirá el nombre de Kamek hijo.

Resumen[]

Esta es la primera aventura cómica que sucedió en el reinado del gran rey de los Koopas, el amo Bowser. No aparecen los tres secuaces (pues aún no han nacido), pero aun así esta historia presenta numerosos y divertidos personajes, incluido el Gran Hermano Martillo (todavía cuando aún no se había vuelto loco).

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(El Reino Champiñón de hace treinta años. Super Mario tiene unos quince años, y Bowser diecisiete. En el castillo hay Koopatrulleros, pero estos tienen cascos marrones los de bajo rango y rojos los de alto rango, no como los de la actualidad, que son todos grises. Además de Koopatrulleros hay algún Goomba y algún Shy Guy, pero son casi todos de especie Koopa. Una de las trabajadoras del castillo es Bombazulina, un Bob-Omb que está un poco por encima de muchos de los soldados del castillo. Las unidades de más alto rango son Kamek, padre del actual Magikoopa conocido, su esposa Kammy Koopa y el Gran Hermano Martillo, de diecisiete años también. Kamek vive con sus padres en la misma habitación en la que vive Kamek hijo en la actualidad. Bowser tiene una esposa con la que se casó hace poco tiempo, Clawdia Koopa, de veinte años, con la que mantiene una relación estable. Un día por la mañana, en el castillo de Bowser, se encuentran Kamek padre, Kammy y el Gran Hermano Martillo frente a Bowser y a Clawdia Koopa)

- Kammy. Buenos días, amo Bowser. ¿Qué desea su malignidad?

- Bowser. Veréis. (Habla con un poco de rabia) Ya hace un mes desde que, como bien sabéis, murió mi padre. Y ahora que soy rey, lo he estado pensando profundamente, y Clawdia y yo hemos decidido algo que pueda satisfacer lo último que me pidió mi padre antes de morir.

- GHM. ¿El qué, si se puede saber?

- Bowser. Ganar la Guerra de los Champiñones. Con nuestro plan, los Toads serán derrotados a favor de nuestras tropas, y por fin podremos conquistar el Reino Champiñón.

- Kamek. Siento arruinar sus sueños, pero no olvide a Super Mario, su más odiado archienemigo.

- Bowser. Bah, él no podrá con nuestra arma secreta...

- Kamek. ¿Qué arma secreta?

- Bowser. (Le mira seriamente) Tú.

- Kamek. ¿Yo?

- Bowser. Sí, tú. Mira esto. (Clawdia Koopa le da a Bowser un libro con un marcapáginas. Lo abre por la página adecuada y se lo enseña a Kamek padre)

Diálogo[]

- Kamek. (Lo mira atentamente y lee en voz alta) Cómo transformar criaturas en bloques o en Goombas... (se pone a pensar y se alegra) ¡Oh! ¡Con esto podremos incrementar nuestro ejército! Y también guardar todas nuestras monedas en bloques, je, je...

- Bowser. Exacto. Sólo necesitamos a Toads que capturemos en la batalla. Pero no sólo en eso consiste el plan. También secuestraremos a la lideresa del bando contrario, cosa que se le ha ocurrido a mi inteligente esposa.

- GHM. ¿A quién? ¿A la princesa Peach?

- Clawdia. (Responde sin dejar hablar a Bowser) Exacto. Con ella presa los Toads guerreros no se atreverán a atacarnos, y dudo que ese Mario sea tan valiente como para hacerlo solo.

(Mientras hablan todos, Kamek y Bombazulina, ambos de quince años, les espían por un hueco que ha dejado la puerta de entrada a la sala real. Kamek se pone a mirar una trampa que ha puesto cerca de la puerta)

- Kamek hijo. (Se ríe) Ja, ja, ja. Cuando lo pise alguien este botón serámuy divertido.

- Bombazulina. Ja, ja, ja. (Mira por el hueco) ¡Uh! ¡Que vienen! Escondámonos. (Kamek y Bombazulina se esconden. Kammy abre la puerta mientras sigue hablando)

- Kammy. Pues ahora vamos a ir a secuestrar a esa prince... (pisa el botón del suelo y de repente sale del techo una cartulina con la forma y pintada como un Boo y choca contra la cara de Kammy) ¡Ah! (Coge la cartulina con un palo pegado, la mira y se enfurece) Ha sido Kamek. ¡Condenado niño! ¡Dónde estás!

- Kamek. (Sale también de la sala e intenta aguantar la risa al ver la escena) Tranquila, Kammy.

- Kammy. ¡No, tranquila no! En cuanto pille a ese truhán se va a enterar. (Salen de la sala el Gran Hermano Martillo y Bowser)

- Bowser. Yo os acompañaré, que no os veo muy espabilados hoy. (Todos se van para prepararse para atacar el castillo. Kamek y Bombazulina aprovechan el momento para meterse en la sala real de Bowser)

- Kamek hijo. Guao, qué sala más molona.

- Bombazulina. Sí, la verdad es que ser rey es algo genial.

(Suenan unos gritos)

- Kamek hijo. ¿Oíste eso?

- Bombazulina. Sí, vienen de la pared los gritos... (Se pegan a la pared y se apoyan. Cuando Kamek se apoya en una parte, presiona un botón en forma de ladrillo que abre una compuerta que da a una escalera de caracol descendente. Kamek cae rodando por las escaleras. Acaba en el suelo, y al levantarse, Bombazulina ya ha bajado las escaleras) ¿Estás bien? Ja, ja.

- Kamek hijo. Mejor estaré cuando sepamos qué o quién produce esos gritos. (Llegan al final de un pasillo, se asoman para ver la sala a la que conduce dicho pasillo y encuentran a Clawdia Koopa)

- Clawdia. No te lo volveré a preguntar más. ¡¿Cómo, se, despierta, a, la, Estrella... OSCURA?! (Le pega un par de bofetadas a un Toad esposado a la pared. Es un Toad de la Élite especial de Peach. Su gorro es negro con puntos rojos)

- Toad de élite. No sé... No conozco esa Estrella Oscura... ¡Nunca he oído hablar del poder oscuro, maldita sea!

- Clawdia. (Le mira con los ojos bien abiertos) ¿Enserio? Sé que mientes... Lo presiento... Bueno, en cuanto tenga a Peach conmigo, la que SÍ que seguro que sabe cómo despertar el poder oscuro, ya no me harás más falta. (Kamek y Bombazulina se quedan boquiabiertos, y deciden marcharse del lugar. Cuando llegan a la sala real de Bowser dejan todo como estaba antes)

- Bombazulina. Madre mía. Estoy alucinando.

- Kamek hijo. Dímelo a mí. Hmmm... ¿Qué será el poder oscuro?

- Bombazulina. No sé, pero parece que Clawdia lo quiere para ella sola... No creo que le haya dicho nada a nadie.

- Kamek hijo. Pues yo esto se lo pienso decir a mis padres. A ver qué es eso del poder oscuro... (Nada más salir de la sala de Bowser, Kammy atrapa a Kamek con su magia)

- Kammy. ¡Aquí estás, traviesillo! ¿Qué te crees, que se la vas a pegar a tu madre?

- Kamek hijo. ¡Suéltame, mamá!

- Kammy. ¿Cómo que “mamá”? ¿Quién te ha enseñado a referirte a mí así? Seguro que tu padre, que te tiene muy mal criado. Pero a mí me vas a llamar “madre”.

- Kamek hijo. Por favor, las charlas en casa, que me estás avergonzando delante de mi amiga...

- Kammy. Ah, sí, de eso también yo quería hablar. (Se acerca a Bombazulina) Ni te acerques a mi niño, ¿entendido? Tú no eres más que una simple soldado. Así que vete con los de tu rango. (Bombazulina se va llorando del lugar)

- Kamek hijo. Madre, eres... eres terrible. (Kamek llega al lugar tras haber visto lo que ocurre.

- Kamek. Venga, Kammy, ve a reunir a una tropa de Koopas, que yo me quedo hablando con nuestro hijo.

- Kammy. Sí, será mejor, porque me estoy poniendo mala... (Kammy se va y Kamek padre suelta su escoba y se queda en el suelo a la altura de su hijo)

- Kamek. A ver, hijo, ¿qué hacíais tú y tu amiga en la sala del amo Bowser?

- Kamek hijo. Hemos descubierto algo... algo muy raro... Padre, ¿qué es el poder oscuro?

- Kamek. (Se queda parado un momento) ¿Dónde has oído eso?

- Kamek hijo. Si te digo la verdad, no te la creerías.

- Kamek. Venga, que sí te creo...

- Kamek hijo. Vale, a ver si es verdad. Oí a Clawdia Koopa hablar sobre el poder oscuro y que Peach...

- Clawdia. (Aparece de repente para intentar parar a Kamek) ¡Hola! ¿Qué hacéis aquí padre e hijo?

- Kamek. Ah, buenos días ama Clawdia. Ya nos vamos. Venga, hijo, ve con tu amiga, que la loca de tu madre la ha herido profundamente en sus sentimientos. (Desde lo lejos, Kammy grita)

- Kammy. ¡¿Qué dices, Kamek?!

- Kamek. (Habla en un tono más bajo) Puf, está perdiendo su agudo oído. Quizás le compre un audífono algún día de estos. (Clawdia sonríe hasta que Kamek y su hijo se van cada uno por su lado. Clawdia mira cómo se aleja Kamek hijo, pero no sonríe, sino que muestra sus dientes por rabia)

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(Tiempo después, en la habitación de Bombazulina, Kamek abre la puerta y entra, encontrando a Bombazulina mirando por la ventana, llorando)

- Kamek hijo. Bomba, anda, perdona a mi madre. Es que los años han hecho que se le vaya un poco la olla.

- Bombazulina. ¿Tú crees? (Kamek asiente con la cabeza) Entonces... ¿todavía seguimos siendo amigos?

- Kamek hijo. ¡Claro! Si no fuera por ti, me aburriría mucho en este castillo. (Bombazulina y Kamek se abrazan. De repente, aparece Clawdia aplaudiendo. Kamek y Bombazulina la miran)

- Clawdia. Vaya, vaya, qué escena más enternecedora... (deja de aplaudir y se acerca a los niños)

- Kamek hijo. ¡Oh! Buenos días, ama Claw... (Clawdia coge agresivamente a Kamek y a Bombazulina)

- Clawdia. ¿Qué os creéis, renacuajos, que soy estúpida? ¿Eh?

- Bombazulina. ¡Por favor, ama, suéltanos!

- Kamek hijo. ¡Eso! No hemos hecho nada malo.

- Clawdia. (Les baja al suelo) Sí que habéis hecho algo malo, y es ser tan curiosos. Venga, por favor, sé que me habéis visto antes.

- Kamek hijo. Ya, cuando hablaba con mi padre.

- Clawdia. ¡No! ¡Antes!

- Kamek hijo. (Intenta disimular) ¿A-ayer por la noche antes de irnos a dormir?

- Clawdia. (Se empieza a reir) Ja, ja... ¡Ja, ja, ja! Kamek, querido. Eres igual que tu padre. Me gustan los que se hacen los graciosos... (Coloca a Kamek y a Bombazulina una mano a cada uno encima de sus cabezas) Pero todos tenemos una paciencia limitada, ¿verdad? (Empieza a mover hacia abajo sus manos, intentando aplastar a los asustados adolescentes. De repente llega Kamek padre y entra en la sala)

- Kamek. Aquí estás, hijo, menos mal. ¡Oh! Hola, ama Clawdia. ¿Qué hace aquí?

- Clawdia. (Suelta a los asustados secuaces) ¿Eh, yo? Nada. Que les decía que si entran en la sala de mi esposo, que tengan cuidado, je, je. Que me escontré una antorcha caída poco después de que os fuerais. (Mira a los secuaces con una cara de loca) ¿Verdad? (Kamek y Bombazulina asienten rápidamente muy asustados)

- Kamek. ¡Oh! Lo siento mucho, ama Clawdia. Le prometo que no volverá a pasar.

- Clawdia. No te preocupes, Kamek.

- Kamek. (Se acerca a Kamek hijo) Venga, hijo, vamos a... (se sorprende) Hijo, estás muy pálido... Y tú también, Bombazulina. ¿Estáis bien los dos?

- Kamek hijo y Bombazulina. S-s-sí...

- Kamek. Bueno, entonces vámonos de aquí. Que no nos vea tu madre, que si no... (Kamek y Bombazulina se van corriendo del lugar. Quedan sólos Kamek padre y Clawdia) Oiga, su malignidad. ¿Ha oído usted hablar del poder oscuro que tiene escondido el reino?

- Clawdia. ¿Eh? N-no.

- Kamek. Es que Kamek estaba como loco diciéndome que usted sabía algo de eso...

- Clawdia. Uy, ja, ja. E-estos niños de hoy en día... Las cosas que se inventan, ja, ja... Esto... Me tengo que ir. (Clawdia se va apresurada, dejando a Kamek un poco extrañado)

- Kamek. Humm... Está un poco rara... Bueno, serán los nervios de ser la reina. (Se va de la sala dejándola vacía)

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(Varias horas después, Bowser se encuentra en su sala junto con Clawdia y Peach. Peach, que tiene 15 años, está colgada del techo con una cuerda que rodea su cintura. Casi roza el suelo con sus pies, pero no llega)

- Peach. (Balanceándose ligeramente) ¡Ah! ¡Soltadme!

- Bowser. Bueno, bueno. Princesa Peach. Hace tiempo que no nos veíamos.

- Peach. Sí, desde que éramos bebés. De todos modos, encantada de conocerte. Y ahora, ¡suéltame!

- Bowser. ¡Silencio! Te preguntarás por qué te secuestro...

- Peach. No, si ya me lo imagino. ¿Así crees que vas a parar la guerra entre los Toads y los Koopas?

- Bowser. Justo es lo que pensaba.

- Clawdia. Ejem, ejem... Pensábamos, cariño, pensábamos.

- Bowser. Eso.

- Peach. Ja, ja. Insensatos. Mi querido Mario vendrá a rescatarme. Lo sé.

- Bowser. Ese loco adolescente no podrá superar mis siete fortalezas y mi súpercastillo, ¡Jue, je, je!

- Peach. (Habla para sí misma) Pues entonces tendré que ingeniármelas como sea...

- Bowser. ¿Decías?

- Peach. (Deja de hablar así y empieza a hablar normal) ¿Eh? Oh. Decía que... esto... que qué musculoso eres, Bowser. (Intenta guiñarle un ojo y mandarle un beso a la vez. Bowser se sonroja) ¿Vas al gimnasio o algo?

- Bowser. Ah, pues a veces voy a entrenarme a una de las salas que hay en el sótano del castillo...

- Peach. Y además, esto... eh... Hmmm... Qué... Qué poderoso te debes de sentir ahora que todo el castillo es tuyo, ¿no?

- Clawdia. ¡Oye! ¡Deja de ligar con mi Bowser, fresca! (Habla a Bowser) Bowser, ¿nos puedes dejar solas?

- Bowser. ¿Por qué?

- Clawdia. ¿Eh? Por... por nada. Tú vete... (Le conduce a la salida y cierra la puerta. En ese momento, llegan Kamek y Bombazulina y se ponen a espiar a Clawdia detrás de la puerta. Clawdia se gira sonriente hacia Peach) Je, je. Por fin solas, princesita.

- Peach. ¿Qué quieres de mí?

- Clawdia. Dime las oraciones.

- Peach. ¿Qué... qué oraciones?

- Clawdia. No me tomes por tonta, Peach. Las dos sabemos perfectamente que me refiero a las oraciones necesarias para despertar a la Estrella Oscura.

- Peach. Ah, esas... Pues no las sabía.

- Clawdia. (La mira con los ojos bien abiertos) Pero si acabas de referirte a ellas como “Ah, esas”... ¿Eres tonta?

- Peach. Oye, que yo no te he faltado al respeto, ¿eh?

- Clawdia. Ni lo podrás hacer si no me ayudas a despertar al poder oscuro. (La coge por el cuello) ¡Dímelo!

- Peach. ¡Nunca! ¿Me oyes? ¡¡Nunca!! ¡Socorro!

- Clawdia. ¿Qué crees, que Bowser y los otros panolis van a venir a ayudarte?

- Peach. Un momento, ¿qué? ¿Es que no estás de parte de ellos?

- Clawdia. (La suelta) Por supuesto que no, jej, jej... Sólo YO quiero tener el poder oscuro. Y estoy utilizando a Bowser para que me haga el trabajo sucio de eliminar a Mario. Así que ahora nos vamos directos a los Sótanos de la Ciudad Champiñón para obtener lo que me merezco, ¡el Reino Champiñón entero en mis manos!

(Kamek hijo y Bombazulina se apartan asustados de la puerta)

- Kamek hijo. ¡Rápido! Hay que esconderse. (Kamek hijo y Bombazulina se esconden. Clawdia sale con Peach de la sala de Bowser, mira a ambos lados y ve que no hay nadie y sale apresurada) Bomba, hay que seguirlas. Estamos a punto de descubrir qué es todo eso del poder oscuro.

- Bombazulina. Uyy... Tengo miedo. Esa tía está en contra del castillo... Como nos descubra...

- Kamek hijo. Bomba, piensa que nadie excepto nosotros sabemos de esto. Nadie nos creerá si contamos lo que hemos visto. Nosotros somos los únicos que podemos salvar el castillo.

- Bombazulina. Hombre, visto así... Eh... Venga, vale. Vayamos en busca de Clawdia antes de que se nos escape. (Kamek hijo y Bombazulina se van lentamente del lugar. En ese mismo momento, por la otra parte del pasillo aparecen Kamek padre y Kammy)

- Kammy. ¿Pero cómo va a ser eso cierto, chalado?

- Kamek. Te digo que sí, cariño. Ya sé que suena raro, pero nuestro hijo me preguntó algo de la Estrella Oscura, y eso nadie se lo ha podido contar... Creo que Clawdia esconde algo...

- Kammy. A ti lo que te pasa es que te toma el pelo cualquiera, hasta nuestro niño. Admítelo, eres tonto.

- Kamek. Oye, que aquí insultar sabemos los dos, ¿eh? (Ve a Kamek y a Bombazulina caminando al fondo del pasillo) ¡Eh! ¡Ahí están Kamek y Bombazulina! ¿Qué hacen en este pasillo?

- Kammy. Pues yo no veo a nadie.

- Kamek. Claro, porque estás más ciega que un Topo Monty.

- Kammy. ¡Retira eso bellaco! (Kamek se va volando rápidamente en su escoba para seguir a Kamek hijo y a Bombazulina, dejando a Kammy sola. Kammy empieza a llorar un poco. Llega de repente el Gran Hermano Martillo)

- GHM. Jefa Kammy Koopa, vengo a informarle de la situación económica del casti... (Kammy le abraza mientras llora) ¿Je-jefa? ¿Qué hace?

- Kammy. Mi esposo Kamek me engaña con otra, lo sé... Me pone escusas estúpidas como que tiene que seguir a su hijo aquí y allá... Y yo mientras me quedo aquí... (llora más fuerte. El Gran Hermano Martillo le da palmaditas en la espalda)

- GHM. No pienses eso, mujer. Serán imaginaciones tuyas...

- Kammy. (Respira fuerte para que no se le caiga el moco) ¿Tú... tú crees?

- GHM. Pues claro. ¿Cómo se le iba a ocurrir arriesgarse a perder a una mujer tan... eh... (la mira de arriba abajo intentando buscar un adjetivo que se adecúe a ella) esto... a perder a una mujer?

- Kammy. Ya. Ya sé que soy aún joven y bella...

- GHM. (Habla para sí mismo) Todo lo contrario, no te pases...

- Kammy. ...pero es que también soy muy celosa... (su cara pasa a estar enfadada. De sus gafas sale fuego) Y como le pille con otra, lo mataré con mis propias manos. (Se gira para seguir a Kamek padre)

- GHM. (Nervioso) ¡Eh! Jefa Kammy, no se vaya, que tiene que combatir contra Mario, que está cerca. (Kammy no responde y desaparece) Nadie me hace caso, increíble... Hmmm... Pues me voy a seguir a Kammy, no se le vaya a cruzar un cable y haga algo que no deba... (el Gran Hermano Martillo se va corriendo también)

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(Tiempo después, en la sala principal del castillo, llega Mario tras haber derrotado a un par de Boom Booms de seguridad y a varios Koopatrulleros)

- Mario. (Mira a su derecha, al frente y a su izquierda, pues hay tres puertas) Caray, este castillo es bien grande. ¿Por dónde voy ahora? (De la puerta frontal aparece Bowser y se rie)

- Bowser. ¡Jue, je, je, je! Súper Mario, por fin tengo el gusto de pelear contra ti. He estado esperando este gran momento desde que éramos bebés, ¿sabes?

- Mario. Yo también. Voy a dejarte muy mal delante de todo tu castillo y después me llevaré a la princesa de vuelta. Un momento, antes de nada, ¿eres Bowser u otro secuaz tuyo disfrazado de ti?

- Bowser. Soy el verdadero, jue, je, je.

- Mario. Pues empecemos entonces el combate final.

- Bowser. No, no, de eso nada. Aún no has conocido a varios de mis invitados... (Mario mira a todos lados, pero no ve nada) ¡Gran Hermano Martillo! ¡Kamek Koopa! ¡Kammy Koopa! Recibid a Mario como se merece… (Nada ocurre. Bowser y Mario se quedan esperando, pero sique sin pasar nada) ¡Oye! ¿Dónde estáis todos?

- Mario. Me parece a mí que te han dejado tirado, ja, ja. Qué perdedor.

- Bowser. A mí nadie me llama perdedor... ¡Te vas a enterar! (Corren el uno hacia el otro)

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(Los Sótanos de la Ciudad Champiñón. Hay varios Moquinos saltando por algunos pasillos. En la sala en la que se encuentra la dormida Estrella Oscura, aparecen Clawdia Koopa y Peach. Clawdia tira a Peach al suelo)

- Clawdia. Adelante, princesa. Despierta al poder oscuro.

- Peach. No.

- Clawdia. ¿Qué pasa? ¿Quieres que haga una ceremonia o algo? ¡Venga ya!

- Peach. ¡Que te digo que no! Eh... Tienes que pasar a esa plataforma que hay ahí junto a la Estrella Oscura.

- Clawdia. ¿Uh? ¿Y tantos gritos para eso? (Pisa la plataforma en la que se encuentra la Estrella Oscura dormida y cuatro torres eléctricas. En ese momento, las torres lanzan una descarga eléctrica hacia Clawdia, dejándola frita en el suelo, tumbada) Ah... Maldita... Sea... Qué... Estúpida he... Sido...

- Peach. Bueno, hasta otro día, loca. (Peach se va corriendo hacia atrás, baja unas escaleras y se encuentra a Kamek hijo y a Bombazulina) ¡¡Ahhh!! ¡¿Qué hacéis vosotros aquí?!

- Kamek hijo. ¡No! La pregunta es qué hacéis Clawdia y tú aquí.

- Peach. A vosotros no os importa.

- Kamek hijo. (Utiliza su varita mágica para intentar atrapar a Peach, pero su hechizo falla) ¡Maldita sea! (Peach se ríe) ¿Qué quieres? Aún soy un novato en esto de la magia. Bomba, ¡atrapémosla! (Se lanzan encima de Peach y la inmovilizan)

- Bombazulina. Ahora dinos qué hay en la siguiente sala. ¡Dínoslo!

- Peach. ¡No! ¡Nunca!

- Kamek hijo. Pues ya ves tú qué misterio. Ahora mismo voy hacia allá.

- Peach. ¡Está bien! Está bien. Os lo diré, pero soltadme antes. (Kamek hijo y Bombazulina se levantan de ella)

- Kamek hijo. Más vale que sea algo bueno, porque estos sótanos son un total laberinto.

- Peach. En esa sala que véis ahí se esconde algo muy importante... Y eso que tan importante es para el reino es... un gorro dorado de Toad. (Kamek hijo y Bombazulina no se llegan a creer la mentira del todo, y se miran el uno al otro)

- Bombazulina. Será una broma, ¿no?

- Kamek hijo. Ya está, ya se me acabó la paciencia. (Empieza a caminar y Peach intenta pararle sin poder conseguirlo. Llega de repente Kamek padre)

- Kamek. ¡¡Hijo!!

- Kamek hijo. ¡¿Pa-padre?! ¿Qué haces aquí?

- Kamek. ¡No! La pregunta es qué haces tú aquí.

- Kamek hijo. Como no te creíste lo del poder oscuro, he venido a comprobar si existe de verdad.

- Kamek. ¿Pero cómo sabes eso? ¿Y además por qué vienes a este lugar?

- Kamek hijo. A ver, padre, hemos seguido a Clawdia y a Peach hasta aquí, así que aquí debe de esconderse el poder oscuro o como leches se llame.

- Kamek. ¡Oh! ¿En serio está aquí la Estrella Oscura? (Aparece Kammy Koopa por detrás de Kamek padre)

- Kammy. ¡Ajá! ¡Te pillé, mísero insolente, cobarde, mentiroso!

- Kamek. ¡¿Kammy?! ¿Qué haces aquí?

- Kammy. ¡No! La pregunta es qué demonios haces tú aquí.

- Peach. ¡Oye! ¿Podéis parar de hacer las mismas preguntas una y otra vez? Que ya van tres...

- Kammy. Bien, desgraciado, responde. ¿Es aquí donde te ves con tu amada?

- Kamek. ¿Amada? ¿Pero qué dices?

- Kammy. No mientas, insensato. Sé que ella está aquí.

- Kamek. ¿Cómo que ella? Kammy, por favor, deja de montarte películas, que luego te las crees y es peor.

- Kammy. E-entonces... ¿no estás con nadie?

- Kamek. Sí, contigo cariño. ¿Cómo iba a estar con nadie más que contigo?

- Kammy. Ohh... Qué escena más tierna... ¡Cómo las odio! Pero aún así... Te quiero, Kamek. (Aparece el Gran Hermano Martillo)

- GHM. ¡Kammy! ¡Espera! ¡¡No hagas nada de lo que te puedas arrepentir!!

- Kammy. ¡¿Gran Hermano Martillo?! ¿Qué haces aquí?

- GHM. ¡No! La pregunta es... (Le interrumpen Peach, Kamek hijo y Bombazulina)

- Peach, Kamek hijo y Bombazulina. ¡Ya sabemos lo que vas a preguntar, cállate! (El Gran Hermano Martillo se calla, sorprendido, con los ojos bien abiertos)

- GHM. Va-vale, vale...

- Kammy. ¿Qué haces aquí? Responde, anda.

- GHM. Antes vi en el castillo cómo seguías a Kamek enfurecida, y temía que pudieras hacer algo de lo que te arrepintieras.

- Kamek. No, no, tranquilo, si todo ya se ha solucionado.

- GHM. Ah, me alegro, me alegro.

- Kammy. Pues anda que vienes pronto, si no hubieras tenido tanta suerte, ya habría matado tres veces a Kamek.

- GHM. Lo siento mucho, Kammy Koopa, yo...

- Kammy. Bah, pase por esta vez. Y ahora dime, Kamek, ¿qué hacíais todos aquí? (Todos se ponen a discutir. Peach con Kamek hijo y Bombazulina sobre lo que hay en la otra sala y Kamek padre con Kammy y el Gran Hermano Martillo sobre la Estrella Oscura. En todo esto, aparece Clawdia por la sala del fondo, caminando lenta y dolorosamente)

- Clawdia. (Con la mano en su cabeza) Ah... Qué dolor de cabeza... Qué mareo... (Mira al frente y a lo lejos, pasadas las escaleras, ve al grupo discutiendo) ¿Pero qué demonios...? ¿Y esos qué están haciendo aquí? ¡Maldita sea! Voy a escapar por la salida a la Ciudad Champiñón, tengo que poner pies en polvorosa... (Entra de nuevo en la sala rápida y sigilosamente mientras siguen discutiendo los demás)

- Peach. Oíd, ¿alguien más nos seguía? Es para ver cuántas veces más voy a tener que aguantar las preguntas, que ya esto cansa.

(Aparece detrás de todo el grupo Super Mario)

- Mario. ¡Eh vosotros! (Todos dejan de discutir y miran a Mario)

- Peach. Bueno... el que faltaba.

- GHM. ¡¿Super Mario?! ¿Qué haces...? Bueno, mejor no pregunto, que ya todos suponemos lo que haces aquí.

- Mario. Sí, patearos bien el trasero a todos. (Peach le mira con una mirada retadora) A ti no, querida Peach...

- Kamek hijo. Bueno, antes de que empieces, yo sugiero ir a ver de una condenada vez lo que diantres hay en la sala que tenemos delante nuestra.

- Peach. ¿Eh? ¡No! No, no, no, no… (Todos se acercan y consiguen apartar a Peach. Están todos tan ansiosos que atrancan la puerta y nadie puede entrar. El Gran Hermano Martillo sale de ahí, se pone detrás de sus compañeros, saca dos martillos de acero y dice)

- GHM. Esto lo resuelvo yo en un pis pas... (golpea con sus dos martillos a sus compañeros. Así todos consiguen llegar a la otra sala, y al ver lo que hay en ella ponen cara de estar admirados. Llegan Peach y Mario muy apresurados a la sala donde duerme la Estrella Oscura, y también quedan tan impresionados como los secuaces de Bowser)

- Peach. (Asustada) Oh, no... No puede ser verdad... (Peach se marea y le sujeta Mario para que no se caiga. En esa sala no hay nada más que una plataforma con cuatro torres eléctricas. La Estrella Oscura no está ahí. Los secuaces se miran unos a otros confusos)

- Bombazulina. Así que no era verdad...

- Kamek. Clawdia no esconde nada...

- Kamek hijo. Hemos perdido tanto tiempo para nada... Un momento, ¿y Clawdia dónde está?

- Peach. (Se despierta de repente y se le pasa el mareo. Dice nerviosa) ¿E-eh? Pues no sé. Estará en su castillo, ¿y a mi qué me contáis?

- Kamek hijo. No, no. Que yo la he visto llegar hasta aquí.

- Kammy. Hijo, cálmate. Serán alucinaciones...

- Kamek hijo. ¡No! ¿Y Peach qué hace aquí entonces, eh?

- Peach. ¿Yo? Pues había conseguido escapar y de repente me... entraron ganas de pasear por aquí...

- Mario. (Le susurra a Peach) ¿Por qué mientes?

- Peach. (Le susurra a Mario) ¡Shhh! Luego te lo explico...

- Kamek hijo. Pe-pero no puede ser. ¡Te vimos Bomba y yo!

- Peach. ¿Quién?

- Bombazulina. Así me llama mi amigo Kamek.

- Kamek. Venga, hijo, vayámonos ya de aquí, que no pintamos nada...

- Kammy. (Habla a Bombazulina) Ah, y tú jovencita, te he dicho que dejes en paz a mi hijo.

- Kamek hijo. Mira, madre, ¡déjanos en paz de una vez! ¿Por qué te repatea tanto que yo tenga amigos, no como tú, que nadie te ha soportado en tu vida?

- Kammy. ¡Ah! ¿Cómo te atreves, condenado niño? A mí sí que me soportan, que te quede claro.

- Kamek hijo. ¿Sí? ¿Quién?

- Kammy. Eh... (Mira a todos lados y ve a su marido) Mi querido Kamek, ¿verdad?

- Kamek. ¿Eh? Esto... (Traga saliva y dice con voz entrecortada) S...Sí...

- Kammy. (Mira a su hijo) ¿Ves? Listillo.

- Kamek hijo. Pero si se le nota en la cara que está mintiendo...

- Kammy. Mira... Vamos a casa, que ahí hablaremos mejor... (Todos se van, dejando a Peach y a Mario solos)

- Mario. (Mira a Peach) ¿Me quieres explicar el por qué de toda esta escenita?

- Peach. (Sonríe nerviosa) Verás... Es un poquito difícil de explicar...

Y así pasaron los días. Bowser secuestraba a Peach, Clawdia intentaba que  Peach despertara a la Estrella Oscura que tenía guardada detrás de unos de los ladrillos de la pared de la sala de Bowser, pero era sorprendida por Mario. Aunque siempre conseguía escapar, hubo un día en que no todo fue lo mismo. Mario descubrió unas tuberías secretas que llevaban más rápidamente a otras zonas del Reino Champiñón...


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(La sala de Bowser. Sólo está Peach encerrada. Se abren las puertas lentamente y entran Kamek hijo y Bombazulina)

- Kamek hijo. Hay que buscar eso por aquí...

- Bombazulina. ¿A qué te refieres con “eso”?

- Kamek hijo. El otro día vi a Clawdia aquí sosteniendo una bola morada... Me apuesto lo que sea a que tiene que ver algo con todo esto... (se ponen a buscar por cajones, tocando las paredes, pero de nada sirve. Peach les mira sorprendida)

- Peach. Vosotros seguid pasando de mí...

- Bombazulina. Ah, hola Peach. No te había visto.

- Peach. No te rias de mí.

- Bombazulina. (Ve un botón) ¡Guau! ¡Mira Kamek!

- Kamek hijo. ¿Eh? ¿Has encontrado esa bola?

- Bombazulina. No, pero mira cómo mola esto... (presiona el botón, y parte del suelo se abre y permite que se vea lava. Presiona de nuevo y se cierra, presiona varias veces más)

- Kamek hijo. ¡Estate quieta! Y céntrate, anda. (Bombazulina deja el suelo como estaba al principio. Se oyen al fondo gritos de Clawdia Koopa) ¡Ostras! ¡Que viene! (Se esconden detrás de unas cajas. Peach hace como que no están. Entra Clawdia Koopa)

- Peach. Hola Clawdia. Bonito día para liberarme, ¿verdad?

- Clawdia. Esta es la quinta vez que te secuestra Bowser. Y encima dicen por ahí que Mario está al caer. (Saca de su escondite la Estrella Oscura dormida y se la acerca a Peach) ¡Despiértala! ¡¡Vamos!!

- Peach. Je, je. Mis horas de secuestro están contadas.

- Clawdia. ¡¡Ahhh!! ¡Estúpida! ¡Maldigo el día en que te nombraron princesa! (Mario pega una patada en la puerta y la abre de cuajo. Clawdia mira a Mario dándose la vuelta y Kamek y Bombazulina cambian de sentido de visión de la caja) ¡Mario! ¡¿Qué haces aquí tan pronto?!

- Mario. Mis truquillos, Clawdia. Tus días de escapar han acabado. (Da unos pasos)

- Clawdia. Tranquilo, esta vez no escaparé... (con Estrella Oscura en mano, escupe fuego y lo esquiva Mario) Y seré YO la que te dé tu merecido. Bowser es un mero pelele. (Mario se acerca para atacarla, pero Clawdia se pone de tal modo que puede escupir fuego para abrasar a la princesa Peach) Ah, no, no. Tú quietecito ahí...

- Mario. ¡Serás tramposa!

- Peach. (Sus ojos se llenan de lágrimas, un Lakitu pone música de fondo triste. Peach pone una voz como si estuviera actuando) Mario, no pienses en mí. Haz lo que tienes que hacer, derrotarla.

- Mario. Vale. (Se pone a correr en dirección a Clawdia, pero un grito de Peach le para en seco)

- Peach. ¡Eh! ¡¡Quieto!! (Se corta la música y desaparecen sus lágrimas) ¿Quién te has creído que eres? ¿Y quién te has creído que soy, zopenco?

(Desde detrás de las cajas, Kamek hijo pone cara de estornudo. Bombazulina la mira)

- Bombazulina. Kamek, ¿qué haces? (Kamek no responde) Si crees que poner caras raras me va a hacer gracia, para, que nos van a descubrir. (Se da cuenta de lo que pasa en realidad. Bombazulina palidece) Oh, no, ¡ni se te ocurra hacerlo! ¡Aguanta!

- Clawdia. Bueno, si dejamos a parte vuestra relación amorosa (presiona el botón que abre el suelo a la lava), sigamos... (Kamek hijo estornuda desde el fondo. Clawdia mira a su izquierda, despistada, y Mario aprovecha para golpearla. Clawdia cae por uno de los agujeros y, al tocar la lava, sale volando por los aires dejando un gran agujero en el techo. La Estrella Oscura sale volando por otra parte y desaparece en el cielo. Mario no se cree lo que ven sus ojos, pero decide salvar a Peach y se la lleva lo más rápido que puede. En pocos instantes más tarde llegan Bowser y otros secuaces muy apresurados)

- Bowser. ¡¡¿Qué ha ocurrido en mi preciada sala?!!

- Kamek hijo. Clawdia ha... ha... (Bombazulina le interrumpe)

- Bombazulina. ...muerto... (Kamek la mira extrañado, y Bowser cae de rodillas al suelo destrozado)

- Bowser. ¡¡¡No...!!! (Se tira al suelo y lo golpea con sus puños) ¡Mario! Juro que algún día vengaré a Clawdia, mi pobre esposa... ¡¡Lo juro!!

[]

(El sótano del Castillo de Bowser de hace treinta años. Hay una sala dedicada a la investigación científica. En ella se encuentran Bombazulina, el Gran Hermano Martillo y varios Hermanos Martillo trabajando en la creación de un falso esqueleto de Clawdia Koopa)

- GHM. Oye Bombazulina, nos dijiste que nos dirías el por qué de todo esto cuando finalizáramos, y ya estamos a punto de acabarlo.

- Bombazulina. Veréis. Clawdia no es quien realmente dice ser. Y ahora que ha salido volando por los aire a dondequiera que fuera, no creo que pueda volver a este reino, y es mejor hacerle creer a Bowser que ha desaparecido. No sería bueno para el castillo que se pusiera a buscarla por ahí.

- Hermano Martillo. (Hablando a su jefe) Señor, el esqueleto falso está listo.

- GHM. Bien, ¿y ahora qué haremos con esto?

- Bombazulina. Habrá que enterrar los huesos donde nadie de aquí los pueda encontrar, pero que la gente sepa que están enterrados aun así. ¿Dónde los podemos enterrar?

- GHM. En Cabo Eructo podríamos hacerlo.

- Bombazulina. Me parece buena idea.

(Los secuaces de Bowser intentan llevarse los huesos falsos muy discretamente del castillo, sin que nadie los vea saliendo del laboratorio. Un nuevo reinado Koopa llega para el Reino Champiñón de hace treinta años)

Cartel

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